En Acalis volví a ser yo misma. Testimonio de una residente de Acalis Coventry en Ñuñoa
Publicado 31 de mayo de 2022
Desde que sale de su habitación hasta que en la tarde-noche vuelve a ella, Corina Paredes (75) está saludando y conversando con personas. Es que esta profesora jubilada de Ciencias Sociales y residente de Acalis Coventry desde hace poco más de un año no concibe la vida sin sociabilizar, hablar, y saludar a las personas que se le van cruzando por el camino.
¿De qué habla?
“De cualquier cosa”, dice, mientras explica lo importante que es en la vida de las personas el relacionarse con otros, saber de ellos, contarle sus cosas y lograr puntos de encuentro.
A su edad, y con 35 años como educadora en el cuerpo, Corina sociabiliza y disfruta de todo aquello que le toca.
En parte, quizá, porque siente que ha vuelto a ser ella misma, luego de que se sintiera superada y complicada por el “acuartelamiento” al que nos obligó la pandemia, como explica.
¿Cómo fue que tomó la decisión de venir a vivir a Acalis Coventry?
“Siempre he sido independiente. Y vivir sola para mi nunca ha sido un problema, pero mi familia, mis cuñadas, me decían que no podía vivir sola. Y tras esa situación psicológica que tuve, dije: Bueno, ya, voy por tres meses no más … Y ya voy para el año”.
¿Le gustó entonces?
“Me encantó. Es que mi cuñada, Carmen Fenner, tiene una prima que vive en Acalis y me trajo a conocerla y a conocer Acalis Coventry. Yo venía saliendo de esta situación y acepté, y acá siento que volví a ser yo, En Acalis volví a ser Corina Paredes”.
¿Fue muy duro?
“Yo no daba nada por mi. El virus a mi me perjudicó mucho. Me cerré”.
¿Planea quedarse entonces más tiempo?
“Voy a arrendar mi departamento. Ahora mismo estamos desocupándolo, porque ahora vivo en Acalis”.
Una gran decisión…
“Es que me mejoré aquí. Acá tengo muchas cosas que hacer. Ejercicios y actividades mañana y tarde, hasta juegos todos los días, y además puedo salir porque tengo permiso de mi apoderada, que es mi cuñada. Entonces, salgo a pasear, a comprar mis cosas, y esas cosas. Hago de todo. Yo me manejo sola”.
Una de las cosas que más valora Corina Paredes es su propia autonomía, la que ha mantenido en Acalis Coventry.
Y no es poco: Entró a estudiar en el Pedagógico en 1966, con 20 años, en tiempos de muchas transformaciones. Ahí, cuenta, usaba la mini cortita, y cuando estaba por titularse salió por primera vez de su casa para aceptar, junto a una compañera, trabajar en Cauquenes, a muchas horas de Santiago.
“Tomábamos el bus el lunes en la noche. Llegábamos a las 6 de la mañana a Cauquenes y a las 8 estábamos haciendo clases en el liceo. Los sábados a las 12 del día tomábamos el bus y llegábamos a las 7 de la tarde a Santiago”.
Un tremendo esfuerzo
“Sí. Imagínese. Pero me encantaba. Yo volvería a ser profesora, sin dudarlo. Y seguimos ahí 2 años, hasta 1973. Me gusta educar. Como siempre he dicho: Uno forma a personas, no a sabios. Uno forma”.
Eso es muy bonito, y acá en Acalis siempre hay muchas personas muy jóvenes ayudando y atendiendo…
“Sí. Y eso me encanta. Fíjese que cuando llegué acá estaba lleno de jóvenes haciendo su práctica, eso es muy bonito”.
Divorciada y sin hijos, Corina Paredes cuenta que siempre ha sido completamente independiente, y muy cercana a sus hermanos, cuñadas, sobrinos y sobrinos nietos, quienes son además a quienes ve y con quienes habla constantemente.
“Que me llamaron, me llamaron, y se preocuparon. Al día siguiente llegaron mis dos cuñadas y me mostraron los mensajes de que estaban todos preocupados. ¡Hasta de Estados Unidos me llamaban a ver si contestaba!”.
Qué bonito todo. ¿Qué le diría usted a alguien que está pensando en venir a Acalis?
“Que haga el esfuerzo. Acá es maravilloso”.
